Te extraño tanto que a veces
miro el teléfono pensando en llamarte,
o en recibir tu llamada de cada mañana.
Sé
con seguridad
que no vas a estar del otro lado,
pero tengo una necesidad tan grande…!
En la distancia,
quien sabe porqué,
todavía te escucho.
Muchas veces retumba en mi cabeza
aquél grito desde la habitación del sanatorio
que cruzó el interminable pasillo hasta llegar a mí.
Nacho!,
siempre me dijiste Nacho.
Vos y solo vos.
Y lo extraño tanto…!
miro el teléfono pensando en llamarte,
o en recibir tu llamada de cada mañana.
Sé
con seguridad
que no vas a estar del otro lado,
pero tengo una necesidad tan grande…!
En la distancia,
quien sabe porqué,
todavía te escucho.
Muchas veces retumba en mi cabeza
aquél grito desde la habitación del sanatorio
que cruzó el interminable pasillo hasta llegar a mí.
Nacho!,
siempre me dijiste Nacho.
Vos y solo vos.
Y lo extraño tanto…!