la sonrisa.
Las luces pierden intensidad
y cada mañana resulta mas costoso despertar.
Las luces pierden intensidad
y cada mañana resulta mas costoso despertar.
Por las noches las sombras susurran,
apestosas, a mis oídos,
barbaridades dignas de su oscura presencia.
barbaridades dignas de su oscura presencia.
Temo, quien sabe porqué,
su mera realidad. Tal vez
porque esa simple existencia presuponga
una permanente inexistencia.
su mera realidad. Tal vez
porque esa simple existencia presuponga
una permanente inexistencia.
Cual bolsa desbordada
de particularidades, huesos y otras
delicadezas,
me siento flamear,
transportado por caprichos del destino,
hacia un final incierto
pero certero.
La luna presionará mi cabeza contra la tierra,
para que al ponerse el sol se sequen
mis pensamientos
y en un vapor hediondo mi pesimismo
se eleve
para ser lluvia de un futuro.
Que nos ampare y en la gloria nos cuide.
Yo no sé ni quiero,
pero
ya me siento lejos
de lo que creía eterno.