Perversa.
Maldita seguidora.
Incansable,
inútil.
Aún, cuando pienso que puedes conquistarme
estoy convencido
que jamás serás mi tipo.
Temo,
en ocasiones,
que estés por besarme la nuca.
Que me encuentres dormido
y me abraces sigilosa.
No te voy a dar lugar,
venenosa insistente.
Inmoral desquiciada.
Si algún día se te ocurre
traspasar tus amenazas,
voy a condenarte al olvido
al menos hasta tu conquista
o tu vil arrebato.
Será inmodificable,
irreversible,
tu llegada.
Pero sin lugar a dudas,
nunca,
bajo ningún concepto,
me encontrarás esperándote.